En alguna otra ocasión aparecía una fuente rabiosa, llena de espuma.
A mi entender, a una fuente que supongo costó dinero y supongo que cuesta dinero también mantenerla, deberíamos mimarla más.
Es una zona como ya dije anteriormente, en la que los padres pueden estar tranquilos en una terraza tomando algo mientras los hijos juegan seguros en unas aceras anchas, o incluso en la plaza de La Habana.
Por eso dejemos las bromitas y cuidemos de Trapagaran que solo tenemos uno.
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